La violación grupal ocurrida el fin de semana largo en Palermo provocó un debate político y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se sumó a los cruces y diferenció su posición de la de Patricia Bulrrich, titular de PRO, que había cuestionado a la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta y pedido su renuncia.
El jefe de Gobierno porteño pidió, al igual que Gómez Alcorta, “transformar una cultura que necesita erradicar la violencia contra las mujeres”, así como también la “correcta aplicación de la ESI”.
En una serie de mensajes en su cuenta de Twitter, Larreta escribió: “Las mujeres sufren violencias que los hombres no podemos ni imaginar. La violación grupal de Palermo es un hecho tan grave que no debe limitarse a una discusión semántica”.