El origen de los bastones de Navidad y la fábrica que produce en Mar del Plata para todo el país
El origen de este emblemático dulce tiene su sede en Alemania, específicamente en la ciudad de Colonia y está relacionado con los integrantes del coro de ese lugar durante las fiestas de fin de Aló .
En aquellos días, se usaban barras de azúcar para calmar a los bebés inquietos, sin embargo, de acuerdo con la tradición, esos sólidos palos blancos se conectaron con la festividad cuando el director de coro de la catedral de Colonia se los dio a sus jóvenes cantantes para mantenerlos en silencio durante la larga ceremonia de fin de año.
A partir de ese momento, era normal que le entregaran a los más jóvenes un caramelo macizo con forma de un pequeño palo, para mantenerlos tranquilos durante algún evento “tedioso”.
Pero más tarde, también en los grupos de coro, trataron de armonizar ese caramelo con el tema navideño, por lo que se le pidió al fabricante de dulces, doblara un extremo de los palos para que parecieran pequeños bastones simulando a los pastores de Belén.
Cuándo llegaron a Estados Unidos?
Se cree que el inmigrante sueco-alemán August Imgard trajo los caramelos a Estados Unidos en 1897 cuando decoró un pequeño árbol abeto en Wooster, Ohio, con adornos de papel y palitos de azúcar en honor a la Navidad.
Sin embargo, en la década de 1920, en Albany, Georgia, el fabricante de dulces Bob McCormack popularizó los bastones de caramelo como golosinas navideñas en su ciudad, con rayas rojas y blancas, pero finalmente abrió Bobs Candies para comercializarlos.
Obviamente, antes se debía fabricar el dulce de caramelo a mano, pero en la década de 1950, el cuñado de Bob, Gregory Keller, un sacerdote católico, inventó una máquina para hacer el trabajo de forma más fácil.
En Mar del Plata existe la única fábrica de bastones y chupaletas del país.
“Este año trabajamos como nunca y proyectamos duplicar la producción para el año que viene” consignó Horacio, uno de los dueños de la fábrica marplatense ubicada en Camusso al 300.
La producción tiene su pico de ventas a fin de año, arranca en octubre con las golosinas de Halloween, otra de las celebraciones que se popularizó en el país en los últimos años y continúa en navidad.
