El Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) dio a conocer los resultados de un nuevo Índice Barrial de Precios. Según el relevamiento, que se llevó a cabo en comercios de cercanía durante marzo, la canasta básica de una familia marplatense de cuatro personas aumentó un 6.93% en relación a febrero.
Según el documento, una familia de dos personas adultas y dos niños o niñas necesitó $455.895 para adquirir la Canasta Básica de Alimentos (CBA).
El relevamiento, que se hizo sobre 57 productos, muestra “cierta sintonía con los datos publicados por el INDEC, cuya medición de la CBA presentó un aumento del 5,9% para el mes de marzo”, apuntaron.
A decir del sondeo, el rubro verdulería fue el lideró los aumentos dentro de la canasta básica alimentaria, alcanzando un 15,3%, seguido por el rubro carnicería con un 6,5%, mientras que los productos del rubro almacén presentaron una suba del 4,2%.
En la verdulería, la papa se incrementó un 25%, la lechuga y el tomate más del 45% y la docena de huevos, un 23%.
Los lácteos, también pegaron un salto: la leche, un 10,7%; los quesos, entre el 16 y 18% y los yogures, un 18%.
Por su parte, el aceite subió un 22% y en la carnicería, los aumentos más significativos se dieron en el espinazo (22,5%), el asado (15%) y la nalga (6,7%).
“Nuevamente tenemos un retorno a los niveles de inflación que están al nivel casi de lo que fue agosto del año pasado. Desde agosto que no teníamos una inflación tan alta como esta del 3,7%. Una mirada de conjunto de la evolución de los precios de la Canasta Básica de Alimentos nos permite ver que los productos que más aumentan son los lácteos, las carnes, los huevos, y las frutas y verduras; mientras que, derivados de las harinas, azúcar y mermeladas, han bajado de precios en estos primeros meses del año. Esto obliga a las familias a seguir deteriorando la calidad de su dieta, y explica claramente porqué a pesar de la desaceleración de los aumentos de precios en general, continúa bajando el consumo de carnes y lácteos”, manifestó Rodrigo Blanco, a cargo del Isepci.
“Si miramos, por ejemplo, la jubilación mínima durante este primer trimestre, en diciembre de 2024 era de $329.597 y tres meses después, en marzo y mediante un incremento de $19.500, la suba trimestral llegó a 5,9% mientras que los alimentos subieron en el mismo período un 8,3%. Si realizamos la misma observación al salario mínimo vital y móvil, encontramos que en diciembre 2024 era de $279.718 y en marzo pasado fue de $296.832 -$17.114 de aumento en tres meses- o sea +6,1% siempre por debajo del 8,3% de los alimentos. Por otro lado, la Asignación Universal por Hijo que en el relato del oficialismo es la remuneración que viene superando a la inflación, en el mismo período tuvo una suba de 7,5%, perdiendo también frente a la suba en alimentos”, subrayó el dirigente.