El miércoles no fue un día más para el universo de la farándula argentina. Estalló un cruce feroz entre Ángel de Brito y la China Suárez en torno a un supuesto impedimento de Benjamín Vicuña para ver a sus hijos. A pesar de su ausencia en el programa LAM esa noche, el conductor volcó información explosiva en sus redes. La actriz, recién instalada en Turquía junto a Mauro Icardi, no tardó en reaccionar, blandiendo pruebas y palabras que hicieron eco en miles de pantallas.
La China Suárez abrió el juego desde sus historias de Instagram. Apuntó directo: ahí estaba, la captura de la filtración de De Brito y, junto a ella, un audio de WhatsApp de Benjamín Vicuña rodeado de risas, voces infantiles de fondo. “Están con más niños, están felices. Se van a dormir acá porque me parece ridículo dejarlos a las 11 de la noche para después retirarlos a la mañana siguiente,” se oye la voz del actor chileno. ¿No es suficiente? La China lo acompañó con un mensaje tajante, casi escupido: “Odio hacer esto. Pero a los mentirosos, mala leche, se los desmiente con pruebas.”
El contrapunto estaba en su momento más álgido. De Brito había asegurado que Vicuña no vio a sus hijos en los últimos tres días, que le fue imposible contactarse con ellos. La actriz recogió el guante y disparó, con el cansancio de lo no dicho durante años: “¿De qué impedimentos de contacto hablás, Ángel? No me digas que no sabes que hoy, en este momento, están durmiendo en la casa de su padre con mi niñera a cargo“.
Siguió con la garganta llena de bronca, la pareja de Mauro Icardi: “Me callé años. Se terminó, no me van a pisar más.” Palabras cargadas de un hartazgo que cruza el océano.
Pero el conductor de LAM no es de los que se repliegan en silencio. En redes, De Brito se despachó: “Mala leche es comerse a los maridos de Tobal, Pampita, Wanda, entre otras“. La frase, punzante, buscó giro mediático y rebote inmediato. Y fue por más: sostuvo que el impedimento de contacto es real y que el actor chileno se prepara para denunciarlo formalmente en horas próximas.
Sobre el audio presentado por la actriz como evidencia, el periodista apuntó: “¿Qué prueba es un chat con Lulú?” y no dejó de subrayar esa cualidad controvertida de la China, acostumbrada, según él, a la polémica y los reflectores: “Mentirosa serial, te encanta ser mediática y estás en otro continente leyéndome y contestando lo que dice tu ex“.