La esperanza de una recuperación económica comenzó a ganar terreno en el ánimo social, pero todavía no se refleja con fuerza en el consumo. A lo largo de 2025, millones de hogares se vieron obligados a ajustar gastos cotidianos para poder llegar a fin de mes, en un contexto marcado por ingresos rezagados, tarifas en alza y un mercado laboral tensionado.
Según el último relevamiento de Moiguer, correspondiente al cuarto trimestre del año, el 62% de los consumidores redujo gastos diarios, la mitad se quedó sin dinero antes de terminar el mes y el 57% de los hogares se encuentra endeudado, siete puntos más que a comienzos de año.
El informe advierte que, pese a una mejora en las expectativas, la realidad económica cotidiana sigue siendo ajustada. “La situación de los hogares no acompaña el crecimiento de la esperanza, con un consumo que se mantiene restrictivo y un escenario laboral que se complejiza”, señaló la consultora.
En paralelo, crecieron las expectativas positivas hacia el futuro: quienes creen que su situación mejorará pasaron del 33% al 42% entre el tercer y cuarto trimestre. De cara a 2026, el 53% espera una mayor capacidad de compra, un dato que refleja una incipiente confianza, aunque todavía condicionada por las dificultades actuales.
