El jefe de asesores del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Enio García, analizó la situación de la pandemia de coronavirus en la zona metropolitana y ante el aumento de casos que se registraron en las últimas jornadas hizo una fuerte advertencia sobre la posibilidad de colapso del sistema de salud hacia mediados de julio.
“Si proyectamos sin intervenir en el escenario actual y sin fortalecer el aislamiento nos da que entre 30 y 40 días se pueden terminar las camas de terapia intensiva”, señaló García y explicó que si hay “500 casos por día, pronto tendremos 1000, luego 2000, y se satura el sistema” y “más si estamos entrando en el periodo invernal en el que los virus respiratorios circulan con más intensidad”.
El colapso se desarrollaría a pesar de que actualmente la ocupación de las 4700 camas de terapia intensiva en la provincia de Buenos Aires asciende al 40%, indicó al Destape Radio el especialista.
La misma advertencia la hizo el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, hace pocos días: “Si seguimos a este ritmo, el sistema de salud colapsaría a mediados de julio”.
En esa sintonía y ante el aumento de casos, el gobernador Axel Kicillof planteó ayer que la Provincia va a entrar en una etapa de revisión de las flexibilizaciones en el distrito.
Los casos positivos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires ascendieron a 10.211 tras confirmarse 621 nuevos contagios en las últimas 24 horas. El ministerio de Salud provincial precisó que hay 134 pacientes en terapia intensiva; en tanto unas 2.168 personas ya se recuperaron y recibieron el alta. 312 fallecieron desde la llegada de la pandemia al país.
Mientras la Ciudad de Buenos Aires avanzó con medidas de mayor apertura, García insistió en la necesidad de tomar las mismas decisiones entre ambos distritos. “Nosotros hablamos con los equipos técnicos de la ciudad de Buenos Aires por lo menos una vez por semana. El diálogo está, pero hay miradas distintas que sería conveniente que sean más homogéneas y tener un acuerdo más fuerte por lo menos en este periodo invernal”, sostuvo.
A su vez, lamentó las imágenes que se vieron de los runners porteños que coparon los parques y plazas sin distanciamiento social. “Si las personas corren amontonadas aumenta la posibilidad de contagio aún en espacios abiertos”.
“Cuando se plantea que se pueda correr de 20 a 8 pasa que nadie sale a correr a las 3 de la mañana. Todos salen a la misma hora”, explicó y concluyó que “nosotros preferimos no permitir las salidas a correr porque no se pueden controlar”. (DIB)