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El mercado laboral argentino continúa mostrando señales de deterioro sostenido. Lejos de consolidarse una recuperación, los datos más recientes confirman que la destrucción de empleo formal volvió a ganar intensidad durante 2025, en un contexto atravesado por el cierre de empresas, la debilidad del consumo y la caída generalizada de la actividad económica.
De acuerdo con los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), entre junio y septiembre de este año el empleo asalariado privado perdió alrededor de 49 mil puestos, con un impacto especialmente visible en los últimos meses. Solo en septiembre, el retroceso mensual fue del 0,1%, lo que implicó la salida de más de 10 mil trabajadores del sistema formal, profundizando una tendencia que se arrastra desde mediados de año.














