Es una pandemia. Genera miedo en gran parte de la población. Hay más de 300 mil infectados y de 15 mil muertos a lo largo del globo. Europa es el epicentro del problema y Estados Unidos se va posicionando como el otro polo con grandes dificultades. El centro del mundo occidental, está hoy, colapsado por el temible Covid-19.
La pregunta del millón es cómo frenar el avance del virus sin una vacuna ni un tratamiento que mitigue las complicaciones. La respuesta, provisoria si se quiere, según expresó el titular de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tiene tres patas: el aislamiento social, la aceleración de las determinaciones de laboratorio para tener la mayor cantidad de diagnósticos posibles y la implementación de medidas de higiene para desactivar al virus y que llegue cada vez a menos personas.
Por fortuna, en Argentina estas medidas ya están en marcha desde hace días, en la lucha contrarreloj que están librando el Gobierno nacional y la población en su conjunto contra el avance de la enfermedad.
Las medidas de higiene, cruciales
Una de las claves para frenar la pandemia, además del aislamiento social sostenido en el tiempo, de forma consciente, es lograr que la población adquiera medidas de higiene que pueden ayudar a desactivar al virus y cortar su espectro de circulación.
Entre ellas están lavarse las manos cada vez que se llega o se deja un lugar o ante cualquier contacto con otra persona, directo o indirecto. Esto implica: haber compartido una lapicera, un medio de transporte, haber tocado dinero, la pantalla del cajero automático o hasta envoltorios de alimentos o bolsas de supermercado.
Fuera del hogar, es efectivo el uso de alcohol en gel, pero el hábito del lavado de manos ha llegado para quedarse y para prevenir también otras enfermedades, como la influenza y los virus respiratorios que comenzarán a circular a mediados de abril.
En el hogar, se recomienda tener envases a gatillo con soluciones de lavandina y alcohol común medicinal. Es importante señalar que estos productos no se usan puros para desinfectar.
La lavandina debe diluirse de la siguiente manera: 1 medida del producto (taza, tarrito, jarra, etc.) más 9 medidas de agua, por lo que se llama “lavandina al 10%”.
El alcohol que se compra en farmacias y supermercados, se prepara de la siguiente manera: 7 medidas del producto (tapita, tarrito, vaso, taza) más 3 medidas de agua, y así se obtiene el llamado “alcohol 70º”.
Con estas dos sustancias se pueden desinfectar distintas superficies, como mesadas, pisos, muebles, y distintos objetos de uso diario como el calzado, mochilas, carteras, llaves, picaportes, billeteras.
Los especialistas indican además que cuando se llega al hogar es importante dejar los zapatos al costado de la puerta, rociarlos con solución de alcohol o pisar un trapo con lavandina al 10%, y en casos en que se haya tenido mucho contacto cercano con otras personas (por ejemplo en medios de transporte) se recomienda también quitarse la ropa y lavarla de inmediato, así como también darse una ducha.
Si la gran mayoría de la población, más allá de otras carencias estructurales previas como hay en muchas zonas del país, como la falta de agua potable, incorpora estos hábitos de higiene a su vida cotidiana y mantiene la distancia social, la lucha contra el virus, tendrá sin dudas, algunas batallas ganadas. (DIB)