La Justicia rechazó hoy otorgarle a Fernando Gustavo Farré, el femicida que en 2015 degolló y le aplicó 66 puñaladas a su esposa Claudia Schaefer en un country de Pilar, la prisión domiciliaria que había solicitado por temor a contraer coronavirus en la cárcel, informaron fuentes judiciales.
La petición que el ex empresario había formulado a través de su defensa fue rechazada por el juez Esteban Andrejín, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Isidro y quien en 2017 presidió el juicio por jurados en el que Farré (57) fue condenado a prisión perpetua.
En una comunicación telefónica que tuvo con Télam desde el penal de Bahía Blanca donde se encuentra alojado, Farré había asegurado que él se consideraba uno de los pacientes de riesgo que, según una resolución del procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, requerían medidas alternativas al encarcelamiento ante la pandemia del Covid-19.
“Yo cumplo con las condiciones. Tengo 57 años, hipertensión, hernia de hiato, úlcera sangrante, problemas de depresión profunda con tratamiento psiquiátrico, tuve ACV y estuve internado 80 días el año pasado en el hospital de la Unidad 22 de La Plata y cinco días en el hospital Penna de la ciudad de Bahía Blanca”, dijo Farré a Télam.
Sin embargo, fuentes judiciales indicaron a Télam que en su resolución el juez Andrejín consideró que las afecciones de salud que tiene Farré no son las consideradas de riesgo en aquella resolución y que por lo tanto su cuadro no alcanza para otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria.
Además, el magistrado consideró que al estar condenado a perpetua persiste el riesgo procesal de fuga, y menciona que ya le había rechazado un pedido de morigeración de la prisión preventiva con argumentos similares el 11 de marzo de 2019.
El pedido del abogado de Farré, Jorge Césaro, ingresó ayer al TOC 2 de San Isidro, y hoy mismo el juez notificó que lo rechazaba.
De esta manera, el ex gerente y CEO de marcas internacionales de cosméticos deberá continuar cumpliendo su condena a prisión perpetua en la Unidad 4 de Bahía Blanca donde en la actualidad está alojado.
El femicidio de Schaefer fue cometido el 21 de agosto de 2015, cuando la mujer fue junto a su abogado a la casa de fin de semana que el matrimonio alquilaba en el country Martindale para retirar sus pertenencias.
El encuentro se realizó en el marco de un conflictivo divorcio que incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en el barrio porteño de Recoleta.
Cuando Schaefer fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella, cerró la puerta con llave y la atacó con dos cuchillos que previamente sacó de la cocina en forma simultánea.
La autopsia determinó que Farré le ocasionó con golpes y los cuchillos un total de 74 lesiones, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y que la causa de la muerte fue degüello.
El 6 de junio de 2017, un jurado popular declaró culpable a Farré, tras lo cual, el TOC 2 de San Isidro, a cargo del juez Andrejín, le fijó la pena máxima del Código Penal, prisión perpetua.
En el juicio, el ex empresario fue hallado autor penalmente responsable del delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo matrimonial y por tratarse de un femicidio”.
Además, el magistrado resolvió que el empresario sea privado de la patria potestad de sus tres hijos mientras dure la condena y de la administración de sus bienes.
El 13 de junio de 2018, la Sala V del Tribunal de Casación Penal bonaerense, integrada por los jueces Martín Manuel Ordoqui y Fernando Luis María Mancini, rechazó un recurso de la defensa y confirmó la condena del femicida.
La defensa de Farré volvió a apelar para que la Suprema Corte de Justicia bonaerense trate un recurso extraordinario.