Florecía Gonzales había salido con su esposo y sus dos hijos de 4 y 8 años a bordo de su chevrolet Corsa desde su casa de Mariano Acosta hasta la de su mamá en Ezeiza por que no tenían luz. En la autopista Presidente Peron y calle Patricios delincuentes arrojaron una piedra para robarles, la piedra ingresó por el parabrisas y le pegó en el tórax lo que le provocó la muerte instantánea.
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