Fernando Rafasquino abusó y mató a Lucila López, una joven de 19 años con quien había viajado desde Bragado hasta Junín para asistir a un recital. Por el crimen fue condenado a nueve años de cárcel, pero salió antes de cumplir seis por “buena conducta”, y volvió a vivir a su ciudad natal.
El domingo, una amiga de Lucila lo encontró en la iglesia de la ciudad, donde él había asistido por el bautismo de su hija. La joven le gritó “asesino” mientras lo filmaba y lo subió a las redes para visibilizar un reclamo de la familia: que sea declarado “Persona no grata” por el Concejo Deliberante local y abandone la ciudad.
“Hace casi 10 años esta lacra nos quitó a Lucila, porque se creyó capaz de decidir por su vida. Hoy está libre, muy tranquilo y en nuestra ciudad. Fuimos al bautismo de mi sobrina ¿y saben lo que fue tener que verle la cara? ¿Encontrarnos frente a frente con él?”, escribió la joven en sus redes sociales, acompañando el video del asesino de su amiga saliendo de la iglesia.DIB