El triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva fue recibido con optimismo en el Gobierno no solo por el impacto del esforzado y épico regreso del líder de PT sino también porque permitirá restaurar el tándem Brasilia-Buenos Aires como base para la integración regional, lo que además sumará un elemento favorable al comercio entre ambos países y al ritmo de crecimiento de la Argentina.
En la Casa Rosada confían en que los efectos positivos de la mayor sintonía política entre ambas administraciones se trasladarán a varios planos, en particular en la esfera económica pero también en el posicionamiento de la región en los debates globales, a partir de la relación de confianza construida entre el Presidente y el mandatario electo del socio mayor del Mercosur.
“Lula entiende las necesidades de la región y, particularmente, la situación de Argentina”, analizó esta noche el propio presidente Alberto Fernández al hacer su primer balance en diálogo con Radio 10, y valoró sobre todo la disposición y el interés del líder brasileño por ayudar a la Argentina: “Siempre encuentro comprensión en Lula”, remarcó el Jefe de Estado.