En medio de un clima de extrema tensión tras decretar la cesantía de más 400 oficiales y en la víspera a una nueva protesta de la fuerza, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, protagonizó un curioso episodio este miércoles en Varela, durante la entrega de patrulleros en esa localidad.
Tras lanzar duras acusaciones contra los policías que encabezan el reclamo (los acusó de “ladrones” y dijo que buscan quedarse con una “caja millonaria”), Berni tuvo un capítulo aparte, al hacer cuadrar a los oficiales que participaban del acto, con tono marcial.
“Agrupación, firme. Orden, vocación para servir a la Provincia”, gritó el funcionario, quien dio espaldas al escenario para ponerse frente a la tropa, previo a pedirle permiso al gobernador Axel Kicillof. Finalmente, le ordenó “descanso” a los oficiales.
El gesto de Berni pudo leerse como una demostración de autoridad en la previa a una nueva protesta convocada por policías que reclaman aumentos salariales. Pero el ministro se ha caracterizado en toda su gestión por ser afecto a este tipo de simbolismos. Incluso el año pasado encabezó un operativo para detener al sospechoso de un asesinato, pese a que la ley no permite que ningún civil comande a la policía en medio de una operación. (DIB)