El gobierno de Axel Kicillof decidió no aplicar la desregulación que permitiría el autodespacho de combustible en estaciones de servicio, una medida que había sido anunciada a principios de diciembre por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. A pesar de que la propuesta aún no fue oficializada a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires ya fue rechazada debido a la legislación vigente.
La Ley13.623, aprobada por la Legislatura bonaerense en 2006 y promulgada en 2007 por el entonces gobernador Felipe Solá, prohíbe expresamente la operación de surtidores por parte de los consumidores o personal ajeno a las estaciones de servicio.
La normativa, que regula tanto combustibles líquidos como gaseosos, sigue siendo aplicable en todo el territorio bonaerense y además establece que todas las estaciones de servicio deben ser atendidas por personal capacitado, bajo pena de sanciones que incluyen la clausura preventiva de los establecimientos.
En este marco, el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, se reunió con dirigentes gremiales del Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (SOESGyPE) para abordar el tema de la desregulación del autodespacho de combustible, una medida que genera preocupación en el sector sindical. Según el funcionario bonaerense, Kicillof decidió “hacer respetar la ley 13.623” para proteger “el empleo, la salud y la seguridad de los trabajadores”.