Axel Kicillof juró este lunes por segunda vez como gobernador de la provincia de Buenos Aires, reconoció que fueron cuatro años difíciles, recordó la herencia que recibió en 2019, prometió “seguir gobernando para todos, sin distinción” y sobre todo dejó un mensaje para el presidente Javier Milei, al asegurar que lo que falta no se consigue con ajuste.
“Tomo esta reelección con emoción pero sin exitismo. Los bonaerenses evaluaron que lo que falta no se consigue ni con motosierra ni ajuste. Pero sobre todo dijeron que no sobran derechos, que no sobra Estado; al revés, hacen falta más derechos, hace falta más y mejor Estado”, dijo el mandatario tras jurar ante la Asamblea Legislativa.
En casi 35 minutos de discurso, Kicillof buscó posicionarse como el referente opositor nacional ya que en todo momento apuntó sus críticas a los dichos por Milei, quien tras asumir el domingo reafirmó que el “ajuste esta vez lo hará el Estado y no el sector privado”.
“Creo que las propuestas de la fuerza que ganó a nivel nacional no conducen a una mejor sociedad, ni una mejor economía, pero deseo que al Gobierno nacional le vaya bien porque pese a no compartir las propuestas, respetamos profundamente la voluntad popular de los argentinos”, dijo ante el aplauso de los legisladores del oficialismo, público presente y la atenta mirada de Cristina Fernández,que compartió el palco junto a la esposa de Kicillof.
“Le pido al Gobierno nacional patriotismo, la gente no votó venganza. La mayoría no votó la caída de los salarios o la destrucción de la industria”, dijo en otro trayecto siempre apuntando a los anuncios del día anterior del Presidente, quien el domingo afirmó que “no hay alternativa al shock y eso impacta negativamente sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, y la cantidad de pobres”.