Los dueños de los transportes escolares redoblaron este martes su protesta, y además de mantener los cortes frente a la Gobernación bonaerense, también realizaron un “piquete” en dos accesos a la ciudad de La Plata, en reclamo de una solución para el sector.
Los transportistas comenzaron el reclamo el martes pasado, “cruzando” sus colectivos sobre la calle frente a la Gobernación, reclamando la emergencia para el sector, que este año se vio paralizado a raíz de la suspensión de las clases presenciales debido a la pandemia del coronavirus.
Desde el sector reclaman que se les permita la habilitación para trabajar en turismo o como transporte de empleados de empresas privadas que no pueden utilizar el transporte público. Además, buscan que se suspenda el decreto que establece una antigüedad máxima de los vehículos para poder operar.
Esta mañana, luego de bloquear desde el viernes las calles aledañas a la Gobernación provincial, los transportistas cortaron uno de los accesos a la autopista Buenos Aires-La Plata y también el distribuidor Pedro Benoit, que lleva a los caminos Centenario y Belgrano, vías alternativas para llegar a Capital Federal y el sur del Conurbano.
Roberto Zagame, titular de la Cámara de Transportistas Escolares de la provincia, aseguró que aún no recibieron “ninguna respuesta” por parte del Gobierno, y aseguró que llegaron a tomar esta medida “después de pedirles a los funcionarios durante 7 meses ser atendidos”. “Es el último recurso que tenemos para que el Gobernador reciba el petitorio y que sepa que no venimos a pedir dinero, venimos a pedir trabajo”, aseguró.
Zagame reconoció que si bien “la medida es antipática”, hace 5 días que se encuentran allí “y no nos atendió nadie”. En ese marco, aseguró que “solo vino una fiscal a decirnos que nos iban a detener si seguíamos con los cortes”, y sostuvo que “total, dormir en casa o dormir en una comisaría a esta altura es lo mismo”.
El dirigente sostuvo que hay 4.500 personas afectadas por la falta de actividad, y que “más del 50% nunca más va a volver a la actividad”. Además, aseguró que “los que pudieron mantenerse lo hicieron con la complicidad solidaria de algunos intendentes que les permitieron vender verduras o hacer pizzas en su casa”. (DIB)