En las cárceles de la Provincia hay 22 mil teléfonos registrados en manos de los presos, casi uno cada dos de los cerca de 50 mil internos en total dentro del Servicio Penitenciario Bonaerense. La cifra fue difundida ayer por el ministro de Justicia y Derechos Humanos provincial Julio Alak, quien destacó la decisión judicial que habilitó que los presos puedan usar celulares y consideró que esa medida fue un factor clave para reducir los conflictos en las prisiones desde que la pandemia de coronavirus llevó a prohibir el ingreso de visitas, a fines de marzo pasado.
Alak participó de una videoconferencia con los legisladores que integran las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penitenciarios de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Allí, hizo un panorama de la situación de las cárceles.
El tema penitenciario fue eje de un fuerte conflicto por los motines y revueltas de los últimos meses por las malas condiciones de alojamiento y los riesgos de un brote de coronavirus.
Ante los diputados, el titular de Justicia dijo que en la actualidad no hay casos positivos de coronavirus dentro de las cárceles, aunque no se informó qué cantidad de testeos se realizaron en los doce complejos penitenciarios.