Durante décadas, los discos compactos (CDs) fueron el principal soporte para escuchar música, grabar archivos o compartir datos. Sin embargo, con la irrupción de la música en streaming, los servicios de almacenamiento en la nube y los dispositivos digitales, estos objetos fueron quedando relegados a cajones, estanterías y cajas en desuso. Muchos ni siquiera recuerdan cuántos tienen o qué contienen. Pero lo que pocos saben es que los CDs podrían ser más valiosos de lo que aparentan.
Ya sea por su potencial valor económico en el mercado de coleccionistas o por su capacidad para convertirse en originales piezas decorativas, tirarlos a la basura sería un error. Desde mosaicos brillantes hasta relojes de pared, pasando por etiquetas para plantas y móviles colgantes, los CDs pueden tener una segunda vida creativa y hasta lucrativa.
En esta nota, te contamos por qué deberías pensar dos veces antes de deshacerte de tus discos y te compartimos ideas prácticas y decorativas para reciclarlos en casa.
Los CDs: reliquias tecnológicas con valor oculto
En la era digital, muchos consideran a los CDs como un formato obsoleto. Sin embargo, el auge de la nostalgia y el coleccionismo les ha devuelto protagonismo. En mercados online como eBay, Discogs o Mercado Libre, algunos discos se cotizan a precios sorprendentes.
¿El motivo? Hay varias razones:
Ediciones limitadas o descatalogadas: Algunos álbumes fueron editados en tiradas pequeñas o han dejado de producirse, lo que los convierte en piezas codiciadas.