Aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el Acuerdo de Facilidades Extendidas (AFE) para refinanciar la deuda de US$ 44.000 millones que creó el Gobierno de Mauricio Macri en 2018, no dejó de hacer notar en su comunicado posterior que se trata de un programa “sujeto a riesgos excepcionalmente altos”, ya que reconoció la “vulnerabilidad” del país a los “choques externos y las dificultades de implementación dada la compleja situación social y política”.
La directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, señaló que Argentina sigue afrontando “retos excepcionales económicos y sociales, como un ingreso per cápita deprimido, niveles elevados de pobreza, una inflación persistente, una carga pesada de deuda y amortiguadores externos bajos”.
Georgieva detalló que el programa del FMI contiene políticas económicas “calibradas de forma cuidadosa”, como una consolidación fiscal sostenida y respetuosa con el crecimiento, que auguró que fortalecerá la sostenibilidad de la deuda y permitirá eliminar la financiación monetaria del déficit fiscal frente a la inflación.
Aun así, alertó de que los riesgos para este programa son “excepcionalmente altos y las repercusiones económicas de la guerra en Ucrania ya se están materializando”.
En este contexto, consideró “crucial” un reajuste temprano del programa.