Hace dos días las autoridades del Hospital Balestrini de La Matanza confirmaron que una beba de 21 días había tenido una muerte violenta y que se habían encontrado signos de abuso. Automáticamente, ante esos testimonios, una fiscal ordenó la detención de sus padres. 48 horas más tarde, la autopsia practicada a la bebé no detectó signos de abuso sexual, ni de muerte violenta.
Ahora, la fiscalía de La Matanza a cargo de la fiscal Silvana Breggia encargó un tercer dictamen a un médico de la Procuración Bonaerense.
En paralelo, el defensor oficial de los padres de la bebé , aún detenidos y acusados de abuso y homicidio, pidió la libertad por falta de mérito.
El defensor Daniel Findey alegó que los sospechosos Melani Rivero y Omar Barrientos deben recuperar la libertad porque hay contradicciones entre el informe de los médicos del hospital Ballestrini y la autopsia. La fiscalía hizo declarar otra vez a todos los médicos y todos se mantuvieron en sus dichos. Por eso se encargó un tercer informe.
Los acusados declararon lo mismo ante la fiscal. Dijeron que a las 3 de la mañana, la beba, Alison, de 21 días, tomó leche. “A las 10 cuando despertamos, nuestra hija no respondía” contaron.
Así la trasladaron al hospital donde alcanzaron a reanimarla, aunque luego murió.
La fiscalía hizo declarar otra vez a todos los médicos y todos se mantuvieron en sus dichos. Por eso se encargó un tercer informe.
Hoy, los familiares de la pareja acusada marcharon para pedir su libertad.