En las últimas horas circuló un video con máquinas, tractores en el tradicional parador del fútbol marplatense y muchos se asustaron, sin embargo, el dueño del Balneario 12, Augusto Digiovanni, en plena obra, le contó sobre el nuevo proyecto, que muchos ya aseguran que podrá revolucionar las playas de la feliz.
En momentos de crisis las salidas de los argentinos suelen pegar en el blanco: van a los lugares seguros, con precios accesibles, que sean buenos y que tengan fácil accesibilidad, ya sea para ir en auto o transporte público.
Llegar en colectivo o en auto, teniendo lugar siempre para estacionar, es uno de los atributos comunes que tiene Punta Mogotes en Mar del Plata. Pero el resto hay que construirlo.
Otro de los problemas es el tema de la salud, de la cadena de frío de los alimentos, del estado de descomposición por exponerse al sol y al calor y de lo que se come en la playa.
“Y si, la tendencia hacia los nuevos hábitos que hay para comer son lógicos porque hay nuevas enfermedades que no se detectan y se pueden prevenir y de esta manera existe la seguridad de evitar esa cadenas de posibles contagios”, explicó el empresario.
El balneario, que mantendrá sus dos piletas climatizadas, sus chances de fútbol, voley, tenis y juegos para chicos, entre otros, tendrá en su ingreso toda una zona de comidas, con barras, mesas, lugares para pedir, mercadito de comida sana y todo lo relacionado con lo gastronómico.
“A la gente hay que solucionarle problemas, sobre todo en vacaciones porque si no hacemos eso un día van a dejar de venir no a un balneario, si no a una ciudad”, apuntó Digiovanni.