Esta semana se cumplen dos meses de la desaparición de Rosmery Aramayo Torres, una mujer de 50 años oriunda de Salvador Mazza, en la provincia de Salta, de quien no se tiene noticias desde el 17 de enero. La Justicia cree que su pareja la mató e inventó una coartada poco creíble, convirtiéndose en el principal sospechoso de un presunto femicidio.
José Eduardo Miranda, de 51 años, había mantenido una relación de concubinato con Rosmery durante 22 años. En los primeros días, tras su desaparición, declaró que su pareja lo había dejado por otro hombre y se había ido a vivir a Bolivia. Hasta la denunció por abandono de persona. Sin embargo, esta versión no tardó en desmoronarse.