El gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezó este lunes un homenaje al expresidente Juan Domingo Perón en San Vicente, con la presencia de Máximo Kirchner, donde sostuvo que “si no es federal la Argentina no es nada” y se escucharon cantos pidiendo por él como “presidente”.
En el aniversario de la muerte de Perón, Kicillof encabezó un multitudinario acto en la Quinta de San Vicente (donde descansan los restos del expresidente) junto a su vice Verónica Magario; al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela; y a la senadora catamarqueña Lucia Corpacci.
En un gesto de unidad, en medio de las discusiones internas, estuvo presente en la actividad el diputado nacional y titular del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kircher. Asimismo, participaron otros legisladores, intendentes y referentes de la CGT y las CTAs.
En su discurso, Kicillof agradeció al “presidente del PJ bonaerense” y a los demás participantes, y sostuvo que el acto fue “para reafirmar la vigencia” de las ideas de Perón y “para sostener que frente el actual experimento anarcocapitalista la alternativa se llama peronismo”.
“Algunos pensarán que estamos para recordar el pasado. Si vinimos tantos y tantas es porque estamos acá para construir el futuro”, aseguró Kicillof en el marco del acto, en el que se escucharon los cantos de “la patria no se vende” y “Axel presidente”.
El gobernador recordó las figuras de Perón y Evita, mientras que sostuvo que en el siglo XXI “Fueron Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner) los que le dieron al peronismo la fuerza transformadora”.
Además, criticó fuertemente al gobierno de Javier Milei que “quiere instalar un modelo primarizado, precarizado y extractivista” con “privilegiados y postergados”. “La enorme mayoría de nuestro pueblo no está dispuesto ni a resignarse ni a entregar sus derechos”, destacó. Y agregó: “Les va a resultar imposible convertirnos en colonia porque por acá pasó Perón”.
También recordó que Milei sostuvo que se sentía “un topo” que podía destruir el Estado y consideró que esto “es la confesión de un crimen social”. “Una Argentina sin Estado es una pesadilla para la enorme mayoría”, amplió.