En medio de los tarifazos y la pérdida de poder adquisitivo de la gente, los bingos tuvieron que hacer recortes para que les cierren los números. El recorte de personal es moneda corriente y genera preocupación en todo el territorio bonaerense.
Al igual que en otros sectores, la baja de la recaudación, la suba de tarifas y la escala inflacionaria golpea de lleno en este caso en los bingos de la provincia de Buenos Aires que deben ajustarse para que les cierren los números. En la Provincia existen bingos en 32 distritos de la provincia de Buenos Aires, además hay 45 salas explotadas por entidades de bien público o de terceros que son contratados para cumplir esa función.
A principio de año, el primer foco de conflicto en el sector se dio en Bingo Avellaneda cuando desde la empresa se negaron a pagar el aumento de 60% acordado en la paritaria. Desde ALEARA, sindicato de trabajadores de juegos de azar, sostienen que desde 2022 y durante todo 2023 el ajuste se viene dando en el bingo de Avellaneda.
El caso más reciente es el de Chivilcoy, donde confirmado directamente por Lucas Burgos, referente nacional de la dirigencia gremial de ALEARA, se conoció que 15 trabajadores fueron despedidos de sus puestos de trabajo. “Hace días atrás habían ofrecido el retiro voluntario, y había efectivamente varios trabajadores que manifestaron sus intenciones de dejar de trabajar y en este sentido, iba a ver negociaciones al respecto, por lo que no se entiende esta situación dramática que se dio”, explicó a medios locales el sindicalista.
De igual manera sucedió en Bingo Pergamino, donde se redujo el personal de la planta y se suspendió el turno de la mañana. Caso similar fue el de Ramallo, Zárate y Tres Arroyos, donde no se descarta que el recorte de tareas y personal se expanda al resto de los bingos de la Provincia.
