Un nuevo informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA), revela que la mitad de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares cercanos a un foco de contaminación, y que todavía hay grandes deudas estructurales por saldar.
La investigación suma datos tomados en el tercer trimestre de 2017 y de 2018 en los aglomerados urbanos con más de 80 mil habitantes del país y analiza el medio ambiente, la infraestructura barrial, la percepción de inseguridad, los servicios básicos y los recursos de las viviendas.
De las conclusiones se desprende que el 50,5% de los niños y adolescentes de los principales aglomerados urbanos del país tiene al menos un servicio público deficitario, situación que entre familias de trabajadores marginales tiene 9,4 veces más chances de suceder que en los sectores medios-profesionales.
“La estadística muestra una brecha entre los trabajadores marginales (61%) y los estratos medio profesionales, donde sólo sucede en el 17,9% de los hogares; mientras que también hay brecha en las zonas siendo el área del gran Tucumán donde hay mayor contaminación con un 75,9%”, señaló Ianina Tuñón, coordinadora del estudio.
En relación a la infraestructura barrial, el déficit de al menos un servicio público – desagüe, vereda, pavimento, recolección de basura o alumbrado- es también muy elevado en el gran Tucumán (78%) y en el Conurbano bonaerense (57,2%), mientras que en la Ciudad de Buenos Aires baja a 12,5%.
Casi ocho de cada diez niños viven en hogares cuyos adultos percibe como inseguro su barrio, calle o ciudad y un 30% tiene esa percepción sobre su propia casa. “Esta dimensión atraviesa todos los estratos sociales, mientras que a nivel de regiones el 57,3% de los encuestados del Gran Buenos Aires Oeste sostiene que hay déficit de vigilancia policial, variable que fue respondida de igual modo por 79,9% en Gran Tucumán”, describió Tuñón.
En relación a los servicios básicos, el 46,8% de los niños no tiene gas natural en su vivienda; el 43,3% carece de cloaca y el 13,7% no cuenta con agua de red. “La desigualdad social de estos indicadores es sumamente significativa. Mientras que entre los sectores medios-profesionales la falta de acceso a red de agua es del 0,2%, en los estratos de trabajadores marginales asciende a 19,3%, y lo mismo sucede con la calidad”, detalló la especialista.