Cynthia y Gustavo son oriundos de Quilmes y Berazategui, pero hace un tiempo eligieron la tranquilidad del sur de Mar del Plata para vivir, por lo que residen en Playa Serena.
Esa tranquilidad se vio interrumpida el viernes cuando entre las 8 y las 9 de la mañana Gustavo, que se encontraba en su casa junto a su bebé de un año, fue sorprendido por un operativo policial en el que le allanaron la casa por error: los efectivos dejaron el portón abierto y sus dos perros, Ángel y Bella, escaparon. El primero apareció hoy, pero la caniche continúa perdida.
Tras romper la puerta de entrada, el personal irrumpió en la vivienda buscando a un sujeto que el matrimonio desconocía completamente. Maniataron al hombre, revisaron la vivienda y comenzaron a hacer preguntas, hasta que pudieron determinar que la casa no correspondía con la persona que buscaban.
«Me explotó la puerta, aparecieron cinco personas con escudos y armas que me tiraron al piso, me pusieron un precinto en las manos y no me decían nada. Cuando salieron ingresó la policía, revisaron y uno se sentó en la mesa y me empezó a preguntar por esta persona que no conozco», relató Gustavo a Canal 8.
En medio de toda esa secuencia completamente sorpresiva, el hombre se percató que habían abierto el portón y pensó en sus perros: le avisó a la policía pero no se movieron para evitar que escapen, por lo que se fueron de la casa.
«En un momento el policía que revolvía cosas le preguntó al otro si había chequeado el domicilio. El que estaba con papeles no dijo nada, agachó la cabeza y se vendió solo. Le pifiaron. No se que buscaban pero terminaron rompiendo mi casa», agregó la víctima.